Más de 700 personas han muerto en Irán después de ingerir metanol tóxico, pensando erróneamente que puede curar el nuevo coronavirus.
La autoridad forense nacional dijo que el envenenamiento por alcohol mató a 728 iraníes entre el 20 de febrero y el 7 de abril.
El año pasado solo hubo 66 muertes por intoxicación por alcohol, según el informe.
La intoxicación por alcohol ha visto un aumento de 10 veces en Irán en el último año, según un informe del gobierno publicado a principios de abril, en medio de la pandemia de coronavirus.
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El portavoz del ministerio de salud iraní, Kianoush Jahanpour, dijo que 5.011 personas habían sido envenenadas por alcohol de metanol, y agregó que unas 90 personas han perdido la vista o están sufriendo daños oculares por el envenenamiento por alcohol.
Hossein Hassanian, asesor del ministerio de salud, dijo que la cifra final de personas que perdieron la vista podría ser mucho mayor.
Irán se enfrenta al peor brote de coronavirus en el Medio Oriente con 5,806 muertes y más de 91,000 casos confirmados.
El metanol no se puede oler ni probar en las bebidas. Causa retrasos en los órganos y el daño cerebral. Los síntomas incluyen dolor en el pecho, náuseas, hiperventilación, ceguera e incluso coma.
El jueves pasado, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, planteó la posibilidad de inyectar desinfectante en los pacientes, lo que provocó un alboroto internacional con fabricantes, médicos y agencias gubernamentales que emitieron advertencias contra el consumo de desinfectantes como el blanqueador.
En Irán, el gobierno exige que los fabricantes de metanol tóxico agreguen un color artificial a sus productos para que el público pueda distinguirlo del etanol, el tipo de alcohol que se puede usar para limpiar heridas.